A los grandes poetas hay que temerles...
¡aman con tanta pasión y locura!
Hay que temerles porque
describen los secretos más profundos.
Hay que temerles,
porque enarbolan los pensamientos más complejos.
Hay que temerles cuando se sumergen en una tristeza,
porque llenan el mundo de poemas y desaparecen.
Narrar lo que haces una noche, de madrugada o en una mañana fría... Mientras tomas café o encuentras recuerdos que dibujan sonrisas, duelen, angustian, emocionan y esperanzan... Debes escribir mientras puedas, es lo que te puede salvar de largas divagaciones en tanto existas.
jueves, 21 de febrero de 2019
viernes, 8 de febrero de 2019
Las horas pasaron tranquilas entre las hojas de los árboles.
Las miradas se clavaron en las pupilas como luces atravesando la oscuridad.
El alba y el crepúsculo entendieron el lenguaje que creamos a partir de las caricias.
La noche nos cobijaba con su sincero abrazo
hasta que las sábanas se poblaron de sueños.
Divagación de noche
Es más de media noche y no duermo.
Aún te me paseas por la cabeza con tus ojos llenos de luz
y tus labios musitando palabras para hacerme reír.
Tus manos,
esas manos a las que me aferro para emprender caminos.
Es sencillo de pensar y las cavilaciones se hacen fuertes
cuando siento el latido de tu corazón.
Aún te me paseas por la cabeza con tus ojos llenos de luz
y tus labios musitando palabras para hacerme reír.
Tus manos,
esas manos a las que me aferro para emprender caminos.
Es sencillo de pensar y las cavilaciones se hacen fuertes
cuando siento el latido de tu corazón.
lunes, 4 de febrero de 2019
Pensando en vos...
Los pasos matutinos
incomparables ante la emoción de ver sus ojos.
Las palabras escritas a través del cristal
acumuladas como caramelos en un frasco.
Las ramas de los árboles ante el viento
balanceándose para un largo abrazo.
Y el fuego...
El fuego vespertino
que plegándose hacia la dulce noche
promete el descanso en un sueño profundo
y lleno de su olor.
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