miércoles, 19 de febrero de 2014

Una Blanca Noche

Una blanca noche me asomé a la ventana
y ahí estabas tú bailando con la lluvia. 

Ella te abrazaba y te sentías feliz;
aún entre la helada penumbra de sus brazos reías. 

Bajo la sombra de una lámpara
el pavimento probaba dulces pisadas que dabas sin querer;
parecía que volabas,
querías apartarte brevemente de este espacio limitado de cielo y agua…
y lo lograbas danzando de su mano, con ella lo olvidabas todo.
Continuabas con esa sonrisa tranquila que acompaña tus más apasionados sueños…
sigue soñando,
sigue bailando,
abrazado a la dueña de aquella noche plateada,

yo seguiré mirando desde la ventana.