domingo, 30 de marzo de 2014

Aquí vamos...

Despojados del miedo, desnudos de todo, nos hemos encontrado para compartir el elixir de saliva y sudor que tanto nos gusta.

La mirada fija en la pupila de en frente, los labios rozándose una y otra vez.  La piel erizada ante cualquier toque, el vientre vibrante con la explosión de adrenalina convertida en mariposas.

Que bello encontrarte dentro de mí, que bello despertar junto a tí. 
Que feliz me hace empezar un nuevo día si a la mitad del camino encontraré tus brazos aferrándose a mí.