Cuando se obliga a las pupilas a despertar,
se vive esa sensación incómoda de tener un estúpido sueño,
un sueño que dormita desvelado,
que no se concilia nunca.
Decimos sin decir, actuamos sin premeditar lo que será,
lloro, grito, corro, nada vale, todo se esfuma,
es tiempo de pensar que existe algo mejor para una vida llena de baches,
la felicidad está hecha para quienes la merecen…
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Cosas por decir...