Un Inventario

Las miradas, los roces intencionados, la piel,
todo lo que se dice en medio de ese contacto. 

Las sábanas, las caricias, las miradas abrasadoras, 
el desborde indescriptible de lo que no se nombra. 

Los sueños, los suspiros, la niebla, las luces, la luna,
la carretera.

El café caliente, las tostadas, las pizzas, los susurros,
las miradas y la disfonía de la madrugada.

Las constelaciones en el firmamento y en la piel, 
el pocillo negro en que aparece la navidad, 
el cielo en una caja de ladrillo y cemento.

La cerveza, los bares, los conciertos y los cigarrillos,
cada minuto intensamente vivido,
cada beso estremecedor.

Un inventario debe ser una palabra para inventar - varios 
o varias excusas, varias formas de quererte - nos, más.

Visita

Me busca entre los cimientos más oscuros, 
me toma de la mano y pasea conmigo hacia el horizonte.
En algunos tiempos me olvida y tomo aire y confianza.

En otros tiempos me visita casi a diario 
y me aferro tanto a su compañía 
que le invito a quedarse una temporada 
para que sea el recordatorio perfecto del mantenerme firme
en esa cruzada de saberme sola y cuidarme. 

La tristeza me visita, me hace amarla y dejarla como huésped principal de este cuerpo con tanto espacio por llenar. 

Centrífugo

¿Por qué somos tan diferentes?
Y aún así, al encontrarnos desbaratamos el mundo y lo reconstruimos.
Nos adentramos en un mar profundo de diálogos, historias y caricias. 
No temo ser, porque vos también sos.
Cada día las horas distintas giran para cercarnos hacia el mismo centro.

El mensaje

Como una paloma viajera
trajo hasta mí un trozo de papel aparentemente inofensivo.
Cobijaba dulces, deseos tal vez.

Las visiones de amores se pasean por la imaginación,
se quiebran con el paso del tiempo,
los recuerdos se hacen frágiles.

Ya cansado el tiempo se deshace de los últimos.