Existe el camino donde se debe llevar una tristeza en los brazos
y aferrarla al pecho con tal intensidad que,
al primer asomo de retirada,
el fuego empieza a brotar de las pupilas...
Es tan profundo,
se sabe que viene de las vísceras calientes
cuando se exhala el ultimo suspiro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Cosas por decir...