Frente a mis ojos un destello,
como un recuerdo se pasea su cuerpo y su piel,
mientras el mío se estremece.
Las venas parecen no poder contener
la vida que las recorre.
Y en el vientre, un vacío deseante,
una cálida locura atravesando
las fibras más internas del cuerpo.
Entonces encuentras esa piel que estremece la tuya,
no quieres dejar de sentir y
prefieres hacer el corazón al lado,
jugar con tus sensaciones,
que son genuinas y no te engañan.