La
soledad llenaba desde el techo hasta el alfeizar de la ventana.
La tristeza se derramaba entre partituras,
hojas de papel decían cuánto faltaba,
hojas de papel decían cuánto faltaba,
cuánto se
extrañaban, dónde estaban las noches llenas de vino tinto,
las frías madrugadas lanzando
bocanadas de muerte chiquita
ante la melodía nocturna de una voz.
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