Desalojado
el corazón,
La
lluvia rompe sin discreción
La
caminata vespertina.
Un
rumor, un amor,
Te
quieros aquietados,
Varados
en la garganta…
Los
no entregados, los innombrados.
¿Acaso
por la mirada se puede morir?
Tal
vez un hipnotismo sin precedente
Se
apodera de las pupilas
Y
luego suelta,
Suelta,
suelta…