Y se acabaron las locuras de amor,
las cursilerías favoritas y encantadoras,
las visitas en lugares inesperados...
Se acabó,
entonces ando recorriendo espacios
y levantando pedazos de recuerdos
que han quedado por ahí;
metiendo uno a uno
en la bolsa de la memoria
aquellos trozos de esperanza
que al final se irán desvaneciendo
por completo.